27 de abril de 2011

A veces me pongo perversa e intento calcular cuánto influye la pérdida de algo en su valoración. Me perdería a propósito para ver si puede llevarse una medida y teorizar el momento máximo de conveniencia sentimental, pero no soy tan cruel. Ni tan boluda, claro, no voy a dejarlo ir por amor a la ciencia.

2 comentarios:

Nate Ridenour. dijo...

La ciencia requiere sacrificios...
Capaz que no sea lo tuyo xD

Saludos,
Nate

Paloma Cáceres Urban dijo...

mm no, no creo que tengas que hacer eso en amor a la ciencia. Vos planteá la teoría y dejá que otros la confirmen. :P