Expectativas.

Picos de fastidio en que todo el mundo te parece terriblemente estúpido. Todo culpa del cansancio. Y de extrañarlo. Y de imaginarlo ahora, tocando la guitarra, cantando, sin acordarse de mi, sin mandarme un mensaje.

Qué lindo va a ser el día en que me empiece a mandar mensajes estando borracho.

Qué lindo despertarme mañana y ver un "Nos vemos hoy?" en mi celular, en el monitor, en la pared, en cualquier lado.  

Qué lindo saber que aunque no lo tenga ahora, quizá lo tenga pronto, todo para mi, paso a paso.



Qué cosa horrible la impaciencia.