3 de mayo de 2012

Qué publicación presuntuosa la anterior. Por un momento me volví una pelotuda. Ya volví. Ahora solamente soy una boluda promedio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno a veces se enoja consigo mismo. Pero los errores no son siempre por estupidez. Duelen mucho más cuando surgen por confiar, y no por eso uno fue estúpido, ni por eso vale la pena volverse un desconfiado, porque sólo con confianza se crean mundos con los otros. A lo mejor, lo difícil es tener prudencia. Saber cuándo es el momento adecuado para actuar. Ojalá tengas suerte con tu entorno y paciencia, para reconocer el momento oportuno.

Un abrazo!
PD: (prefiero ser un beso a una cicatriz!)

Nate Ridenour. dijo...

Boluda y todo, se te extraña.

William Aliaksandr dijo...

Ésa es la actitud