Ya no puedo escribir un texto triste y melancólico. No me sale. Me siento limitada y boba si lo intento.
Antes, ante un conflicto, no reaccionaba con enojo, me limitaba a entristecerme. Creo que eso es lo que cambió. Ahora me enojo con libertad (con demasiada libertad), digo exactamente qué es lo que me irrita y lo puedo decir con una acidez que hace sonrojar a los limones.
No sé decir si es bueno o es malo. Yo lo siento genial, el enojo me invade por poco tiempo y me calienta un poco el estómago sin hacerme nada malo, la tristeza me daba dolores en el esófago (todo literal).
Y ya estoy sintiendo este texto como algo rutinario, como tantos otros, cuando arrancó siendo otra cosa. Me pasó mucho últimamente, y es lo que causó que muchas cosas no salgan a la luz de blogger.
En fin. Noche rara. Me estoy bajando un disco de Natalie Ambruglia.
5 comentarios:
Sos limitada y boba.
Me reemplazaste en el papel de virulana, según parece.
Claro, me imagino que ahora sos re tierna.
No te das una idea de cuánto.
Y no, no estás en mi lista de cosas sobre las cuales tengo que reflexionar.
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