Realmente, no es tanto para reírse. Eventualmente te va a pasar.

Se siente raro esto de la vida real. Porque sé que tenía una vida antes de este año. Pero el hecho de sentir que lo que viví antes no fue más que un entrenamiento, que no fue otra cosa que una serie de situaciones nebulosas en las que actué como idiota, obsecuente, o delirante. Que me impuse metas útiles para llevar mi vida adelante en aquél momento pero que ahora me resultan accesorias (eso explica también por qué no realicé el seguimiento. Falta de interés que no salió de un repollo). 

Es rara mi situación actual. Siento como si hubiese dejado Narnia pero sin haber pisado nunca el mundo real hasta ahora. Quizá eso me llevó a dejar de lado el blog, un poco. Esa sensación de que "estoy en otras cosas". Cosas concretas, que escapan a los desvaríos que puedo llegar a hilar en una noche de escritura. Que incluso remedian males de los cuales me infecto por mi misma.

Y ahora que me siento a plantearlo, que me lamento por haber vivido envuelta en Bruma hasta ahora, no sé qué es más real. Si mis males y felicidad tejida y destejida por mí misma, si aquello que dejé atrás y ahora recuerdo como visto desde atrás de un vidrio polarizado, o el día a día de mi presente. Los besos y abrazos concretos, la puesta a prueba constante del medio, la necesidad de observarlo todo para evitar extravíos peligrosos.

No sé si será sano mezclar. Tejer y destejer ilusiones no me sirve, eso es claro. Perderme en la Bruma de vez en cuando, no sé. Sé que en el último tiempo salí casi sin notarlo, pero del todo. Antes de intentar volver, tenía que aclarar las cosas conmigo y con esto que es mi blog, sea leído o no. Ahora sé de lo que me arrepiento, pero si fue lo que me trajo hasta acá no sé hasta qué punto mi arrepentimiento es completo. El mismo planteo que se hacen millones de personas en el mundo. Nunca fui original, no podría empezar ahora.

En fin, esto definitivamente no es un fin. Quiero volver a la metáfora, a la Bruma, pero sólo por diversión. No quiero que se vuelva mi humo de retirada. Hoy, como nunca antes realmente, preciso de una armadura y una espada.