De ésos días raros en que no me importa si el flequillo me queda despeinado por el viento, en que la sonrisa me sale por acto reflejo y no me cuesta en lo más mínimo, en que ayudo a los ciegos a cruzar las calles y encontrar la parada de la costera, en que digo "la puta madre, qué suerte que tengo", en que amo mi trabajo, en que me siento más adulta, más completa, rodeada de algodones y tibieza aunque mi respiración forme nubes enfrente mío.
No sé, un día raro.
Pero muy lindo.
2 comentarios:
que raro y hermoso es leer esto viniendo de vos (:
me gusta esa sensación de que la vida está equilibrada y es buena
me gusta sentirme y sentirte así :)
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