Las ventanas me dan miedo

No le temo a la guerra nuclear , ni a los fantasmas , ni mucho menos a los vampiros . Pero pocas cosas hay que me pongan los pelos de punta ( terroríficamente hablando ) como las ventanas de mi comedor por la noche .

Al despertarme de madrugada e ir hacia el comedor , me es inevitable mirar las ventanas con cierto escalofrío . ¿ Quién sabe si no habrá alguien mirándome a mi , desde la oscuridad ? ¿ Y ese alguien , qué hace en mi patio ? ¿ Será un zombie , un ladrón , un sicario ?

Prender las luces a veces ayuda , pero no siempre . Si hay alguien mirando , me vuelvo un blanco más fácil . En todo caso , ¿ Por qué tendría que darme seguridad una luz prendida ? ¿ Por si tropiezo con una silla , me encuentro un ratón o una cucaracha ? ¿ No son esos riesgos insignificantes ante la posibilidad de un psicópata en mi patio ?

Ok , lo mejor parece ser cerrar las cortinas . Pero no . Una vez que lo hago , me doy cuenta de que es peor . Ahora me hundo en la ignorancia todavía más , cualquier sombra que la luna proyecte me aterra .

Me cuesta irme del comedor , finalmente . Dar la espalda a las ventanas es bajar la guardia , es darle al psicópata la oportunidad ideal para atacar . . Los doce o trece pasos que me separan de mi cuarto son imposibles de caminar sin la respiración contenida y en puntas de pie .

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